Ledecky, historia de la piscina americana
Ten la piscina con tus últimos juegos en estos juegos con mucho que ofrecer. Irrumpe de nuevo el emperador León Marchand, esta vez sin premio en el 4×100 estilos mixtos, y cede los aplausos a una leyenda. Katie Ledecky nunca pudo registrar su cuarto de hora consecutivo en los 800 metros de La Défense, una barbaridad en estos periodos de irrupción adolescente. Precisamente con uno de ellos compartiendo el brillo del penúltimo día de nacimiento. Summer Mcintosh, de 17 años, consigue su premio de la gloria con su tercer oro en París. Esta es la tercera mujer en el agua, y Ledecky se impone por jerarquía.
Su salida del escenario, vista por las cámaras blancas del equipo estadounidense, se produce en medio de una fuerte ovación, porque son personajes que traspasan fronteras y son recibidos con honores en cualquier país. ‘Deckster’ suma tres medallas en la capital francesa. Oro en los 1.500, plata en el 4×100 femenino y bronce en los 400 libres. Pero es el 800 el que está ahí para todos los que quieran ver el estilo Washington. Es su prueba, la que dominará ayer desde Londres 2012. Revalidará en Río y Tokio, pero hay gente que también podría hacerlo en París. Hace 27 años, en realidad no hay ningún hijo, pero son muchos. En la calle de al lado, Ariarne Titmus, de 23 años, lo observaba a través de sus gafas. Cayó hasta los 400, donde fue el primero de sus dos oros, y es el gran candidato a ganar la extraordinaria Racha de Ledecky.
Es el Estado unitario el que manda desde el principio, pero Titmus es una sombra constante, una trampa a costa. Si pasas los primeros 100 y la distancia entre los embajadores es de 20 centésimas. Ve a 200 y continúa igual. Ledecky, ritmo implacable, como un metrónomo, saca la cabeza por el contrario de quien persigue a Titmus. No tengo rival, excepto el intuye. En un momento de su carrera parece que el australiano está disponible, incluso para montar la cabeza, pero el Estado Unidense, nuevos oros olímpicos, no se permite el sorpasso.
Titmus cojeó en los 200 finales, donde también alcanzó el segundo lugar antes del regreso de la otra universidad estatal, Paige Madden. A estas alturas de la multitud, se acompañan las últimas brazadas con un murmullo ensordecedor. Jugó el trío de Ledecky, que por el momento en 8:11.04, dejó el récord mundial establecido en Río, pero suficiente para ganar con más de un segundo de ventaja sobre Titmus y Madden. No hay otra Nadadora estadounidense como ella en la historia, con una trayectoria de cubierto de tanto brillo. Lo mejor es que tienes la ambición de continuar. Quiero seguir, al menos, hasta los partidos de Los Ángeles. En casa habrá una cosa más, y cubrirá la despedida perfecta. Consigue un quinto oro en la exclusiva serie 800.
Para el público, la exposición de Ledecky compensó la frustración viendo una quinta medalla de Marchand. La estrella de Francia no basta para que la adaptación se ubique en el podio en el mixto de 4×100 estilos. El tetracampeón olímpico tiene el brazo de 100, pero no para pasar del lugar central.
Antes, la ciclista Sarah Sjoestro se vio sorprendida por un récord olímpico en la semifinal de los 50 libre femenino (23.66), un solo de 5 centésimas de su mayor marca mundial, y el húngaro Kristof Milak se coronó en los 100 mariposa. Pero aparte de Ledecky, la atención se centra únicamente en el joven McIntosh. El canadiense, que llegó a los Juegos de Tokio hace sólo 14 años, hizo trompos con un cinturón y una potente sirena. Dominó los 200 estilos con la misma solvencia que demostró en los 400 y en los 200 mariposa.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!