Dos penaltis claros
La fortuna también influye. No será el triunfo más estético del Madrid imperial de Ancelotti. No fue el partido diseñado durante la semana en la pizarra de Valdebebas. No es el Madrid que se soñó durante las presentaciones de Mbappé y Endrick. No es la máquina para hacer que todos los madridistas soñaban en la retorcida noche. Respectivamente, Esto no tiene nada que ver con la Tierra Prometida de Madrid. Pero ya terminé. Y ahora las sanciones son muy claras. Y con los cargos como alias. Que yo también juego. Los portaaviones cuentan con 7,32 metros de fondeo y 2,44 metros de desnivel. Los postes tienen un anclaje de entre 10 y 12 centímetros. Si Sucic, gran futbolista del croata Llegado de Salzburgo, y Becker cayeron un poco más por dentro habiendo registrado tres goles. Mala suerte, seguro. Pero si tiras un triple en baloncesto y el aro hace empate con la pelota no está mal. Si es mejor, entra limpio. Se escucha la frustración de la Real de Imanol en este apartamento, pero lo importante es que ante la plaga de bajas en la médula (Bellingham, Camavinga, Tchouameni, Ceballos…), a lo que se añadió el de Brahim, era importante sobrevivir. Sí, lo hizo. Además, es como ganar la Liga…
Penalizaciones. No prefiero las redes sociales porque estamos con la demagogia de nuestro tiempo. Los penales son tontos. Los de vuelta. Pero es tan grande como el Monte Jaizkibel de San Sebastián. De entrada, Sergio Gómez hizo partido, literalmente, con Güler con un reportaje en la frontal del área que acababa de salir del área del juvenil turco. El oro olímpico no quiere protestar. Y entonces, el VAR (con Hernández Hernández al mando) llama a Martínez Munuera para que se vea el pistón de Aramburu en el vino, lo que es inútil por obvio. Una segunda sanción está clara, habrá que ejecutarla si no queremos cambiar el reglamento del fútbol. Dos penales, dos goles, tres puntos.
El factor Mbappé. Pesa la guadiana que está travesando a Vinicius en este arreglo de tiempo irregular, la que está impezando uno brillante en su “primero” es Mbappé. Los franceses provocan que los jugadores rivales tengan un ataque de pánico cada vez que recogen el balón. Remiro le sacó dos balones en el primer tiempo. Kylian era un oasis en medio de un Madrid gris y predecible. Sólo el Parisino se lanza a la guía con galopadas para que nuestros aventureros pasen momentos verdaderamente felices. Es diferente. Es diferencial. Es muy bueno. Y no da guerra ni va de divo. Acepté la alternancia de penaltis con Vini. El brasileño lo ejecutó bien el primero (después de que Remiro fuera a rozar la bola) y el segundo, Kylian se comprometió con el internacional español. Alternancia bendita.
Lucas, eres mía. Fue el héroe de Croacia con un golazo de falta para la hemerothèque. Y en Donosti Fue de los pocos qui se salvó de la quema con una actuación completa, compromiso y laborioso que casi acaba con un golazo desde fuera del área, nuevamente evitado por Remiro. Modric, desde hace 39 años, se ha ganado la confianza de todos. Su yogur no caduca.
Racha bestial. Como quién no quiere qué, El Madrid acumula 37 jornadas consecutivas de La Liga sin conocer la derrota. Este es sólo el récord histórico que marca el Barça. Por eso no hay gente nerviosa por un comienzo de curso gris. Ganar en el Reale Arena siempre tiene mucho mérito y sus tres puntos de oro que obligan al Barça del Pleno del día 12 a saltar tarde al estadio de Montilivi con los otros blancos sorprenden al extranjero. El fútbol es su momento y el Madrid demostró que Charlos estaba ante la Gran Real Sociedad. Empezará. Y Mbappé ya tendrá la euforia de su magia.
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