¿Por qué Carolina Marín no izó la bandera olímpica?

Hay exigencias, como tener la mejor trayectoria, y obstáculos organizativos que, en varias ocasiones, chocan, precisamente, con el deseo de mejorar este programa olímpico.

Esto es lo que pasó en esta ocasión con Maialen Chourraut. Unas vitrinas olímpicas mejores que la suya, pueden tener una medalla de oro de Río 2016, una medalla de oro de Tokio 2020 y un bronce de Londres 2012. Pero el pirata renunció a izar la bandera y encabezar la delegación española por una cuestión de Calendario: Participa al día siguiente y prefiere este fresco para seguir la acumulación de trofeos con tus bajadas en aguas bravas.

Es el mismo caso con Carolina Marín. La jugadora de bádminton, oro en Río 2016 y primera Príncipe de Asturias de los Deportes, ha contaba con el plauso del Comité de lucir la bandera y con la propia ilusión, pero también tiene su primer partido el día después de la toma de posesión. “Estoy encantada de ser la abandonada, aunque ella tenga un informe del día siguiente de la ceremonia y en este caso es el ocho o hora nueva de pastel. Si desde el COE puedo hacer algo para cambiar el horario u ofrecer jugar el segundo día, me facilitará el trabajo si lo propongo. Pero si va a mi gran objetivo, sin decir nada de lo que no se dice”, anuncia Marín. Se perdió la ciudad de Tokio por una lesión y no quiere esperar esta oportunidad de convertirse en el mejor jugador de la historia.

No olvidemos que, como dice Marín, la ceremonia inaugural es un espectáculo de varias horas de esperanza, y pastel, aún en París no puede ser orgánico en el estadio olímpico, realizarse una cabalgata de barcos de todos los países, por orden alfabético, y eso será discutido por todo el Sena. Esto no es lo más recomendable si impugnas la verificación apenas al día siguiente.