Revertir un talento
Cerramos un año muy exitoso para la vela española.. El oro de Diego Botín y Florian Trittel en París 2024 y el tercer puesto del equipo femenino Sail Team BCN en la Copa América Femenina Puig -un éxito notable teniendo en cuenta la baja presuposición del equipo- es la protección de un pirata con mucho talento. También representa a Támara Echegoyen, Álex Pella, Pilar Pasanau o Jan Palou, por citar algunos de los protagonistas de quienes nos habitaron en este número.
Sin embargo, debido a este potencial, nos encontramos ante una realidad preocupante: la falta de grandes mecenas que impulsen proyectos ambiciosos y permitan a nuestros deportistas alcanzar su máximo nivel. Esta es una de las afirmaciones que hace Echegoyen en la entrevista que le dedicamos al motivo del anuncio de su despedida de la carrera olímpica. Desde hace 20 años dedicados al sol olímpico, la gran competición reflexiona sobre el camino que toma ahora y hay varias ofertas sobre la mesa. El mayor deseo y el que será elegido con acero, guiado por el espíritu de superación que lo caracteriza y la pasión que lo inspira es el deporte, pero habrá una pena que perderá este talento “de la casa” en favor de más suculentas oportunidades hacia nuestras novedades. fronteras. No hay un primer caso. La fuga de talento es una auténtica amenaza para el gran español.
Es fundamental que las empresas españolas entiendan el valor de invertir en un deporte como la vela. Además de la alta competición, que transmite valores como la resistencia, la excelencia y el trabajo en equipo, este deporte promueve la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. A bordo del navegante, nuestros deportistas están profundamente conectados con la naturaleza, en una relación respetuosa y equilibrada con el hombre marinero. Estos valores, alineados con las preocupaciones actuales de la sociedad, se han convertido en una plataforma ideal para proyectar una imagen de marca comprometida con el futuro del planeta.
Muchas empresas a nivel internacional lo han oído. Las grandes empresas que se encuentran entre las 40 participantes en la Vendée Globe (una de ellas española, por ejemplo) son un buen ejemplo de ello. Con la seguridad económica de los Patrocins, algunas de estas instalaciones están presentes con un programa deportivo en una gran plaza, y estás inscrito en The Ocean Race Europe, que se organiza la próxima vez. ¿Tiene algún equipo español en la línea de salida de esta regata? ¿O en la regata transatlántica del año siguiente, o en la Vuelta al Mundo 2027? El presidente de The Ocean Race, Richard Brisius, afirmó que ambos grupos españoles fueron intencionados.
En este contexto, La historia de Pilar Pasanau es fuente de inspiración. Estás en el punto de partida de la Globe 5.80 Transat, una regata transatlántica a bordo de un barco de construcción propia de 5,80 metros. Tu sueño es competir en la Mini Globe Race, la vuelta al mundo en solitario de esta clase. Sin embargo, a pesar de su talento y pasión, Pasanau se enfrenta al mismo reto que muchos otros deportistas españoles: la culpa de los patrocinadores. Un ejemplo más importante de inversión insuficiente en nuestro deporte.
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